Al contrario de lo que se piensa, errar es parte del ser humano y por eso la humanidad se ha encargado de buscar la forma de evitar esos pequeños errores comunes en la redacción que pasan por: estar distraídos, no escuchar correctamente o sencillamente ir demasiado rápido. ¿Te gustaría conocer cuáles son los más frecuentes?
En el día a día, encontrarse con miles de distracciones es lo normal: celulares, internet e interacciones con compañeros de la escuela o el trabajo provocan que en la vida haya pequeños detalles que, la mayoría de los casos, no tienen mucha importancia.
- Dejar la mochila en un lugar equivocado.
- No poner las llaves en el lugar correcto.
- Olvidarse de una fecha importante.
Hay errores mucho más graves que otros, sin embargo, existe una cultura tan arraigada de que equivocarse está mal que en ocasiones se escucha a las personas insultarse por un detalle insignificante: ¡Ojalá existieran gomas de borrar o correctores que eliminaran errores diarios tan fácilmente como en un cuaderno!
Lo interesante de los errores que se repiten en la redacción es que; al igual que deberíamos de dejar de satanizar un error en nuestra vida cotidiana debido a la lección y el aprendizaje que deja; este tipo de “inconvenientes” ayudan a reenfocar errores en una hoja de papel: ya sea en la escritura o en la creación de una obra de arte.
La importancia de los errores
En la escuela se suele enseñar que una goma se debe usar cuando se escribe mal una palabra, se traza mal, se hace algo mal: ¡mal, mal, mal, mal! La goma de borrar se relaciona tanto con la palabra “mal” que cuando se comienza a usar una pluma “que no se puede borrar” entra una pequeña presión de no equivocarse. ¿Qué pasaría si se dejaran de asociar los errores comunes en la escritura con algo malo y se vieran como lo que son?
- El uso de las mayúsculas que se ha revuelto por la cercanía con otros idiomas.
- Las palabras homófonas como: —haber, a ver— o —Ahí, hay, ¡ay!—
- Más y mas
- Sí o si
- Porqué, Por qué, Porque y Por que
No te preocupes y mejor ocúpate
En Zebra sabemos que equivocarse no está mal, pues gracias a los errores frecuentes de sintaxis o en la redacción es que se pueden aprender nuevas formas de escribir o redirigir una obra de arte a rincones que no habías considerado; así que, ¡te invitamos a recibir los errores como lo que son: oportunidades para aprender!
Te proponemos una actividad. ¡Solo por hoy! Cada que te equivoques en un escrito, en un dibujo o en la vida, tómate unos segundos para tratar de ver que es lo que puedes aprender y de analizar lo que pasó, en lugar de regañarte. ¡Intentémoslo juntos!
Escribir no es tan complicado como crees, pero siempre hay que dar una doble revisión y, si necesitas ayuda para hacerlo lo mejor posible; Zebra tiene una línea de gomas profesionales y correctores que no solo te servirán en caso de algún error, sino que le darán luz a tus obras de arte.
¡Sigamos creando juntos!